Te conozco
No conozco mi futuro ni el tuyo
conozco mi presente
ese que me trae recuerdos tuyos
y me dirige palabras al oído
me mata de a poquito.
No conozco mi futuro ni el tuyo
pero si conozco a un ángel
a la luna
a la brisa que agoniza cada mañana.
No conozco
mi futuro
ni el tuyo
pero si conozco
miles de detalles
de ti.
Catorce
Las vitrinas ciegas de estos rascacielos
dispersan miradas
antojos de estómagos de plástico
revólveres cosidos
bajo los cinturones mal puestos
y ademanes de amor
ciegas vitrinas de tiendas
con maniquíes eunucos
que lamentan ser tan andróginos como los transeúntes
que miran con envidia y celos
las vitrinas de catorce noches
de este febrero maldito
ahogado en chocolate y azufre
y unos cuantos globos enfermizos en forma de corazón.
Duele
A veces duelen los pasos mal dados
los besos que nunca fueron y las caricias lejanas
duelen los patios
las aceras
los asientos de bus
duelen los adoquines mal puestos
las melodías afónicas
los abrigos prestados
los tiquetes del tren
la ida y venida
a veces duelen los textos mal humorados
las fotografías tan quietas
duelen las camas impecables
y las uñas bien hechas
a veces duelen las nostalgias
de haberse dolido sin necesidad
a veces duele regresar
a veces
no siempre.
Por Ronald Gamboa (LO NATURAL Y COTIDIANO) desde San Jose en Costa Rica
