El primer país del mundo que adoptó el multiculturalismo

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Las lecciones de Canadá, el primer país del mundo que adoptó el multiculturalismo como política nacional

Escrito por Pablo Esparza.

Canadá tomó una decisión pionera en el mundo allá por 1971: la adopción del multiculturalismo como política de Estado. Más de 45 años después, la diversidad cultural es una de las señas de identidad del país norteamericano.

El 8 de octubre de aquel año, Pierre Trudeau, primer ministro, anunció en el Parlamento la implantación de este nuevo marco político.

En 1973, Ottawa creó el Ministerio de Multiculturalismo y, en 1988, esta idea se convirtió en un principio básico del Estado a través de la Ley de Multiculturalismo, que insta a interpretar la constitución canadiense desde ese marco teórico y a promoverlo activamente.

A diferencia de estados con políticas multiculturales o multinacionales, que tratan de articular las diferentes culturas originarias del país, como Bolivia, cuya denominación oficial es Estado Plurinacional de Bolivia, el multiculturalismo canadiense se centró desde sus orígenes en la integración de las culturas traídas por los inmigrantes llegados al país.

“Nuestras raíces llegan a todos los rincones del mundo. Venimos de muy lejos y hablamos más de 200 idiomas. Nuestro tejido nacional es vibrante y variado, cosido por muchas culturas y herencias y subrayado por el valor fundamental del respeto”, dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau, hijo de Pierre Trudeau, el pasado 27 de junio, día del multiculturalismo en ese país.

Hoy, en un momento en que los discursos xenófobos y antiinmigración crecen en Europa y Estados Unidos, el canadiense se presenta como un modelo alternativo -y de larga data- que puede resultar cada vez más excepcional.

Pero, ¿qué significa ese concepto? ¿Por qué Canadá fue pionera en aplicarlo? ¿Qué evaluación se hace de esta política 45 años después de su implementación?

Como el resto de países americanos, la sociedad canadiense actual es fruto de la mezcla de las culturas indígenas, coloniales y de las que trajeron inmigrantes de otros orígenes en diferentes momentos históricos.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de estados americanos, Canadá no fue ocupado por una única “potencia colonial”: desde sus inicios, el país contó con una doble influencia francesa y británica que marcó la forma en que se articuló el nuevo Estado.

“Una de las razones por la que Canadá es más receptivo al multiculturalismo que otras sociedades es porque nunca ha sido culturalmente homogéneo”, apunta Robert Wiseman, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Toronto.

“El Estado canadiense en 1867 fue producto del modus vivendi al que se había llegado entre los ingleses y los franceses”, le dice a BBC Mundo.

Al “acomodo cultural” entre estas dos comunidades, diversas en idioma -inglés o francés- y religión -mayoritariamente protestantes o católicos-, se sumaron nuevos inmigrantes, en su mayoría procedentes de Europa del Este y del Norte, a lo largo del siglo XIX y principios del XX.

Su papel fue determinante en la colonización del oeste canadiense. Y cuando en los años 60 del pasado siglo la cuestión identitaria empezó a ser un tema de debate en el país, estos grupos reclamaron su lugar en la narrativa nacional de Canadá.

“Decían que ellos, en tanto que ucranianos o del origen que fuera, habían desempeñado un papel similar en la fundación del país en el oeste de Canadá al que los franceses tuvieron en Quebec o los británicos en Ontario o en el Canadá atlántico”, indica Andrew Griffith, ex director general de Ciudadanía y Multiculturalismo de Canadá.

“La génesis de la política multicultural vino, fundamentalmente, de grupos que habían estado en Canadá durante mucho tiempo pero que, para ser franco, eran blancos y cristianos”, le dice Griffith a BBC Mundo.

Hasta 1962, el país había mantenido requisitos raciales en su política migratoria, que primó a inmigrantes de origen europeo.

No obstante, la composición étnica de las comunidades de inmigrantes en Canadá empezó a cambiar a partir de los 60 y, sobre todo, de los 70.

En 1967, la mayor parte de los recién llegados ya procedía de otros lugares, sobre todo de Asia y del Caribe.

Y ese proceso transformó la idea de multiculturalismo.

“Era un concepto lo suficientemente flexible y adaptable como para ofrecer las herramientas para la integración de otros grupos de una forma bastante fácil, obviamente no sin algunas tensiones, cuando Canadá se abrió a la inmigración de otras partes del mundo”, señala Philips.

Otro factor que, según los expertos, contribuyó a la adopción de una política multicultural nacional fue la reacción del gobierno central frente al ascenso del nacionalismo quebequés, que despegó en el terreno político de la provincia mayoritariamente francófona en los años 60.

“Era un momento en que el gobierno federal estaba preocupado por el creciente sentimiento independentista en Quebec. De modo que se estableció una Comisión Real para estudiar el bilingüismo y el biculturalismo en Canadá”, asegura Irene Bloemraad, directora del programa de estudios canadienses en la Universidad de California Berkeley.”

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Image: REUTERS/Chris Wattie