El Palacio de Buckingham costó el año pasado a los contribuyentes británicos 35,7 millones de libras (60,8 millones de dólares), el equivalente a 56 peniques (casi un dólar) por cada habitante, según informó.
Esa cifra representa un 7,2%, o 2,4 millones de libras, más que un año antes y el aumento se explica por gastos de reparaciones para la familia real.
El palacio tiene 240 dormitorios y 78 baños, lo que implica una importante red de plomería. Por eso no es de sorprender que más de un tercio de los gastos que pagaron los contribuyentes para la monarquía, encabezada por la reina Isabel II, se fueron en reparaciones, mejoras y mantenimiento de los palacios reales.
“Seguimos buscando que el dinero rinda”, dijo el encargado de las finanzas Alan Reid, quien afirmó que los hábitos de gastos medidos permitieron que se utilizaran más fondos para trabajos importantes de mantenimiento.
Buena parte del presupuesto en los doce meses que concluyeron el 31 de marzo fueron para crear un hogar adecuado para la familia del príncipe Guillermo, su esposa Kate y su hijito el príncipe Jorge.
Aproximadamente 3,4 millones de libras de dinero de los contribuyentes se usó para acondicionar parte del Palacio Kensington, de Londres, para el matrimonio.
La pareja, que tiene considerables recursos financieros en parte debido a la herencia de la princesa Diana, pagó por las alfombras, cortinas y muebles, dijo el palacio.
Además, el secretario privado del príncipe Carlos, William Nye, sugirió que Carlos y su esposa Camila, que reciben ganancias de los bienes del ducado de Cornwall, pueden haber ayudado a Guillermo y Kate a establecerse.
Las cuentas del palacio también revelaron los elevados costos de recibir invitados a escala real: se invirtieron dos millones de libras en “tareas domésticas y hospitalidad”. (AP)
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En esta foto del 14 de junio del 2014 se ve a la reina británica Isabel II con miembros de la familia real en el balcón del palacio de Buckimgham para presenciar una exhibición de la fuerza aérea en Londres. El Palacio de Buckingham costó el año pasado a los contribuyentes británicos 35,7 millones de libras (60,8 millones de dólares), el equivalente a 56 peniques (casi un dólar) por cada habitante, según informó el 26 de junio. (AP Foto/Lefteris Pitarakis, Archivo)
